as responsabilidades del socorrista están claramente definidas. Son las siguientes:
- Evaluar una situación con rapidez y seguridad, y solicitar la ayuda adecuada.
- Proteger de posibles peligros a los heridos y a otros, presentes en la escena.
- Identificar, dentro de lo posible, la lesión o la naturaleza de la enfermedad que afecta a una víctima.
- Aplicar un tratamiento precoz y apropiado a cada víctima, empezando por las situaciones mas graves.
- Si se necesita ayuda médica, permanecer con la víctima hasta que haya más apoyos.
- Informar de sus observaciones a quienes se hagan cargo de la víctima, y colaborar con ellos si es preciso.
- Prevenir hasta donde sea posible la infección cruzada entre la víctima y usted mismo.
Toda víctima necesita sentirse segura y en manos firmes. Puede crear un ambiente de confianza y seguridad si:
- Mantiene bajo control tanto el problema como sus propias reacciones.
- Actúa con calma y sentido común.
- Es amable pero firme.
- Habla con la víctima amablemente pero de forma clara y decidida.
Hable en todo momento con la víctima durante la exploración y el tratamiento:
- Explique que va a hacer.
- Intente responder honradamente a sus preguntas para disipar sus temores. Si no conoce una respuesta, dígaselo.
- Siga reconfortando a la víctima aunque haya terminado su tratamiento. Intente averiguar algo sobre su entorno familiar o alguien a quien se
- pueda informar del suceso. Pregunte si puede ayudar para resolver cualquier responsabilidad que pudiera tener la víctima.
- No se aleje de una persona si cree que está moribunda, muy enfermo o herida de gravedad. Siga hablando a la víctima y sujete su mano; jamás permita que se sienta sola.
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